Los inhibidores de óxido están diseñados para prevenir la corrosión, no para tratar el óxido ya existente. Si la superficie presenta óxido, lo más recomendable es limpiarla a fondo antes de aplicar cualquier inhibidor. Esto puede lograrse mediante abrasión mecánica, convertidores químicos de óxido o un removedor como los de la línea ZERUST® AxxaClean™, que son eficaces incluso en grietas y áreas de difícil acceso.

Una vez que el metal esté limpio y seco, se puede aplicar un inhibidor de óxido ZERUST® para brindar protección continua. Aplicar el inhibidor directamente sobre superficies oxidadas puede reducir su eficacia e incluso atrapar humedad, lo que podría acelerar la corrosión en lugar de prevenirla.

Folleto de líquidos inhibidores de corrosión, aditivos y removedores de óxido ZERUST®

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